Luna lunera, cascabelera

Paco Velasco sigue sorprendiendo. Ahora resulta que el legislador-radiodifusor faltó a la verdad cuando dijo que no tenía relación con La Luna desde el 2007 cuando fue nombrado asambleísta. Documentos de la Superintendencia de Compañías, hechos públicos por El Comercio en su edición de hoy, certifican que Velasco estuvo al frente de La Luna hasta el año pasado cuando se concretó la alianza de esa radio con Planet Sound PC. No solo lo dicen esos documentos. Empleados de la misma radioemisora dan versiones que coinciden con los documentos.
También resulta sorprendente la decisión de Velasco de cerrar La Luna. En su entrevista de ayer dijo que el motivo fue económico ya que, según él, ningún banco quiso anunciar en la emisora. Pero ahora resulta que, a falta de publicidad de los bancos, tuvo, y muchos, anuncios del Estado. ¿Muchos? Muchísimos, al menos por la cifra respaldada en documentos oficiales de los 876 000 dólares que recibieron durante 3 años por contratos con el Gobierno, una cifra que muchas radios que sí reciben publicidad de los bancos envidiarían con locura. Si el tema económico no luce como cierto, ¿por qué entonces cierra La Luna? Aparentemente, la única respuesta está en el hecho de que la emisora le resulta terriblemente incómoda al legislador pues legalmente estaba impedido a celebrar contratos con el Estado.
No solo eso, según un informe que aparecerá mañana en EL COMERCIO, la Luna tuvo registrado como presidente de la empresa al portero de la radio. Algo que recuerda a los casos de testaferrismo del tristemente recordado banquero Fernando Aspiazu.
Triste fin para una radio que, para muchos quiteños, era todo un emblema del periodismo comprometido con los ideales de la izquierda tradicional y del periodismo militante y comprometido. No hace mucho, La Luna hizo de la ética y la moral una plataforma para justificar el golpe de Estado que se le propinó a Lucio Gutiérrez y comprometió en esa causa una importante cantidad de ciudadanos.

Tres reflexiones a propósito de Paco Velasco

Tres cosas me llamaron la atención de la entrevista que a Paco Velasco le hizo El Comercio en su edición de hoy. Amén de varios temas en los que puedo o no estar de acuerdo, aquí voy a hacer una brevísima reflexión sobre estas afirmaciones del legislador-radiodifusor.
Dice Velasco: “Sigo creyendo que EE.UU. es el poder más malévolo, prepotente y antidemocrático de la historia de la humanidad”. Resulta difícil creer que una persona que ha llegado a ser miembro del poder legislativo de un país pueda ignorar, en una reflexión como esa, al menos ciertos datos de la historia de la humanidad. ¿No se acordó de la Alemania nazi con sus 6 millones de judíos asesinados? ¿De la Unión Soviética de Stalin con sus 700 mil muertos durante el período de al purga? ¿De las potencias europeas que institucionalizaron el esclavismo?

La revolución sin ciudadanos

Parece que por aquí no ha pasado ninguna revolución ciudadana o nada que se le parezca. Al menos en Quito, donde una encuesta hecha en la ciudad deja ver que los niveles de ciudadanía están por los suelos.
Que no se piense que voy a responsabilizar al Gobierno por lo que la encuesta evidencia, porque la crisis de ciudadanía es problema y responsabilidad de todos y no de un Gobierno, pero sí creo que quienes se llenaron no hace mucho la boca de promesas sobre una nueva sociedad mucho más “ciudadana” deben responder, el menos en algo, por los resultados escalofriantes de la encuesta.