Por una ‘payasada’ se expulsó a la embajadora Hodges

Resulta ahora que aquello que aparece en los cables del Departamento de Estado filtradas por Wikileaks son “payasadas” y que no tiene validez alguna porque son versiones “no corroboradas”. Esto lo dijo hoy el Presidente en una o dos de las entrevistas que a propósito de la consulta ofrece diariamente a cuanta emisora se le propone.
Lo curioso o grave, según como se lo quiera ver, es que fue una de esas payasadas no corroboradas la que motivó la expulsión de la Embajadora de los EE.UU. Curioso sin duda porque de lo que se sabe los Estados no actúan o al menos no deberían actuar motivados por payasadas, y los intereses de los países no deben decidirse por informaciones no corroboradas. Grave, sin duda, porque estas últimas declaraciones nos hacen temer que quienes toman las decisiones en nombre de los mandantes lo hacen basados en “payasadas” o en informaciones no corroboradas.

Es posible, como dicen los funcionarios del Gobierno, que la expulsión de la Embajadora no traiga consencuencias graves al país. Pero el simple hecho de que el país haya sido expuesto a riesgos por gobernantes que hacen caso de “payasadas” es simple y llanamente demencial. Pobre país en manos de gente que convierten a las payasadas en solemnes verdades.
La verdad es que da la impresión de que el Gobierno está atrapado con el tema de los cables del Departamento de Estado de los EE.UU., que fueron desclasificados por la organización Wikileaks. Al inicio de este fenómeno, fue inocultable la exitación que tenían algunos funcionarios del Gobierno como Kinto Lucas quien no pudo contener su entusiasmo para ofrecer asilo Julian Assange, fundador de Wikileaks. Luego, cuando El País de España publicó un cable que compremetía al Presidente, la reacción del Gobierno fue virulenta. Y con la expulsión de Hodges se validó oficial y gratuitamente lo que lo cables dicen. Pocos días más tarde, el Gobierno trata de minimizar a los cables pero no con la indiferencia con la que actuaron otros países sino con los recursos de los bobos: el ataque y la ironía. Un poco tarde.
Ayer, por ejemplo, salió Ricardo Patiño para negar lo que un par de cables decían: que la diplomacia de EE.UU. recibió versiones de que hubo dinero de Venezuela y de la guerrilla de las FARC en la campaña electoral de Correa. Con ese precedente, ahora habrá que negar todo lo que en el futuro se diga en los dichosos cables. Y pueden estar seguros que seguirán apareciendo cosas que incomoden a unos y otros.
Pero la respuesta a los chismes ya se dispararon. Y tendrán que seguir disparándose porque muchas más payasadas van a salir a la luz.